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17 de Octubre
Llevas esperando semanas el día soleado perfecto para pasar una tarde disfrutando en la piscina con buena compañía, pero cuando por fin los astros se alinean para que puedas llevar a cabo tu plan, ¡llega una visita inesperada! Sí, la que esperas cada mes. Así que, no encuentras otra opción que posponer la salida porque tienes tu periodo. ¿Qué pasaría si te dijéramos que puedes olvidarte de esto?.
Nadar durante tu período es totalmente posible ¡en serio! De hecho, es una excelente idea para aliviar los calambres y síntomas premenstruales, además mejorará tu humor. Hoy resolveremos todas tus dudas sobre cómo entrar a una piscina con la menstruación.
Claro que sí, usando la protección adecuada con las precauciones que más adelante te compartiremos, no tendrás de qué preocuparte. Y si lo que te angustia es un pequeño escape de sangre que pueda quedar en el agua piensa en esto, las personas que ingresan a las piscinas pueden impregnar el agua con su bloqueador, sudor y en general suciedad, por esto es que tiene químicos que matan las bacterias que se van acumulando.
Así que una pequeña gota de sangre que está compuesta de sustancias como proteínas y hormonas será el menor de los problemas.
¡Todo lo contrario! Está comprobado que el movimiento físico te ayuda a sobrellevar los malestares del periodo, como los cólicos. Nadar, y en general el ejercicio, libera endorfinas conocidas como la hormona de la felicidad y va a subir tu ánimo. Además, el movimiento suave del agua hacia tu cuerpo te va a relajar y ayudará a mejorar esa hinchazón que a veces sientes en el abdomen.
Cuando no sepas cómo entrar a una piscina con menstruación, un tampón es la respuesta y la opción más adecuada, gracias a que absorben la sangre antes de que pueda tener contacto alguno con tu ropa interior, así que el riesgo de fuga es muy bajo y te dará total libertad para moverte sintiéndote segura. Mejor dicho, Ariel será tu segundo nombre.
Una toalla higiénica no es lo más recomendable, pues esta absorberá toda el agua posible sin dejarte disfrutar la piscina ni un minuto. Con las compresas menstruales pasa igual, claro que puedes elegir nadar con una de ellas, solo dependerá de cómo sobrelleves la sensación, tú elige lo que te haga sentir más cómoda.
Si optas por el tampón, ten en cuenta los siguientes cuidados para evitar cualquier tipo de infección o problema.
Existe la posibilidad de que el tampón absorba un poco de agua de la piscina y junto a ella algunas bacterias, por esto lleva suficientes tampones para cambiarte máximo cada tres horas, esto te blindará contra cualquier infección. No solo bajo el agua, sino también en tus actividades diarias, la clave de cambiar con cierta frecuencia tus productos menstruales será fundamental para evitar molestias o malos olores.
Es posible que la sangre no salga de la vagina debido a la presión que ejerce el agua en tu zona V, pero definitivamente no se detiene. Aunque no lo hace completamente hacia afuera, la sangre sigue su flujo normal más cuando estás en los días en los que las descargas son más abundantes, por eso asegúrate de estar protegida para no perderte ni un segundo de diversión.
La respuesta es muy simple: nada, una pequeña fuga se diluirá rápidamente con el agua, las piscinas tienen químicos especiales para mantenerlas lo más higiénicas posibles precisamente porque hay muchas sustancias que pueden ensuciar el agua. En el caso de la playa, ten por seguro que para la inmensidad del mar tu pequeña mancha será como la promesa de tu ex: insignificante.
Además, menstruar es un proceso natural, no debe ser un misterio ni algo para ocultar, una pequeña mancha le pasa a cualquiera. Tú mantente tranquila, ya tuviste las precauciones necesarias para evitar cualquier derrame y no es tu culpa si hay un pequeño fallo, así que ve y sigue fluyendo con el agua.
Te compartiremos algunos consejos para que nada te impida disfrutar de ese día soleado.
Lleva suficientes productos para que puedas cambiarte, sean toallas o tampones, el que elijas, asegúrate de llevar la cantidad apropiada para mantenerte aseada y evitar cualquier tipo de infección
Si te preocupa manchar el traje de baño o las toallas que usas para secarte, opta por colores oscuros que camuflen el color de la sangre, así no se notarán y te sentirás más cómoda.
Si estás en un sitio público procura estar cerca de un baño o un lugar donde puedas cambiarte sin problema, y al que puedas ir rápidamente en caso de alguna emergencia.
Sabiendo esto, ya estás lista para preparar tu bikini favorito, tus gafas de sol y un buen bloqueador solar, porque ya nada te impedirá pasar un día entre chapuzones y carcajadas.
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