Volver a
27 de Septiembre
Cuando tienes la ilusión de tener a tu bebé en brazos, el sangrado vaginal durante el embarazo podría generarte mucho miedo con tan solo pensarlo, ya que, generalmente, se considera una amenaza de aborto; sin embargo no siempre significa que se esté presentando una pérdida, por lo cual no en todos los casos es una señal de alarma. Lo más importante es que estés muy informada sobre las causas del sangrado y consultes con tu doctor, para que te revise y te indique qué tipo de cuidados y tratamientos debes tener.
Las manchas son muy diferentes a las hemorragias. El manchado es una cantidad mínima de sangre que no cubre ni siquiera un protector diario y puede ser de color café oscuro, rojo o rosa, y aunque, un poco de manchado es normal a principios del embarazo, es bueno llamar al proveedor de salud para que le cuentes todo sobre tu caso. Por otro lado, la hemorragia es un flujo de sangre muy abundante que sí requiere una atención inmediata.
A continuación, te vamos a contar y explicar algunas posibles causas del sangrado vaginal con respecto a la etapa del embarazo en la que te encuentres. Comenzaremos por el primer trimestre:
También es conocida como la Falsa Regla, ya que suele presentarse cerca al momento de la menstruación. Aparece entre 10 y 14 días después de la fecundación y ocurre porque las células que se convertirán en embrión y posteriormente en un hermoso bebé, se mudan de las trompas de falopio hacia el útero y generan un leve rasgado que ocasiona un pequeño sangrado, ya que el útero se prepara para esta etapa y mediante diferentes vasos sanguíneos asegura gran aporte de nutrientes al embrión.
No todas las mujeres lo experimentan, pero usualmente es uno de los síntomas de embarazo. Solo dura pocos días y se detiene solo.
Para que se dé un embarazo normal, el óvulo fertilizado se debe implantar en la pared del útero. Pero cuando el óvulo se adhiere a otra parte del cuerpo se puede presentar un embarazo ectópico.
Usualmente, cuando esto ocurre, el óvulo se puede adherir a las trompas de Falopio, y estas se rompen si se llegan a estirar mucho con el crecimiento; por eso es importante detectar y tratar a tiempo, para que no haya infecciones ni hemorragias internas que pueden ser sumamente graves para la mujer y hasta posiblemente ocasionarles la muerte.
Es la pérdida espontánea de un feto desde antes de la semana 20 de embarazo. Por lo general la causa es desconocida, pero se puede presentar por defectos congénitos o trastornos genéticos, o por alguna anomalía en los órganos reproductores de la mujer, una infección, fumar, consumir alcohol o sustancias psicoactivas, o tener una edad avanzada (más de 35 años).
También es importante que sepas qué no causa un aborto espontáneo:
Muchas mujeres tienen la creencia que pueden perder su bebé si tienen relaciones sexuales, sin embargo el sexo durante el embarazo no es un problema si se practica con precaución.
Aunque la mujer no puede practicar al mismo ritmo que cuando estaba en embarazo, es muy beneficioso para el cuerpo que realice alguna actividad física. Eso sí, debe comunicarle a su doctor su plan de ejercicios y modificarlo de acuerdo a su estado.
No obstante, cada embarazo se desarrolla de forma distinta, algunos son más delicados que otros, y para evitar riesgos les recomiendan total quietud, por esta razón recuerda siempre consultar con tu médico antes de realizar las actividades que te expusimos anteriormente.
Algunas de las señales de una presencia de aborto espontáneo, son: calambres o contracciones, dolores de espalda que pasan de leves a intensos, pérdida de peso, mucosidad blanca o rosa, tejido similar a un coágulo que se expulse por la vagina o una disminución repentina de los síntomas de embarazo.
Ocurre cuando lo que debería ser un feto crece de forma anormal en el útero, porque el óvulo fecundado no se desarrolla. Esa masa genera síntomas de embarazo y debe tratarse lo más rápido posible para eliminar todo el tejido.
Al inicio del embarazo, los cuerpos experimentan muchas transformaciones y se pueden presentar manchas simplemente por los cambios hormonales y los que se generan en el cuello uterino.
Con respecto al segundo o tercer semestre, se conocen otras causas que producen el sangrado y aquí te explicaremos algunas:
Esto se produce cuando se rompen los vasos sanguíneos de la mamá en la zona en que se unen con los vasos sanguíneos del feto, ya que se produce un hematoma que va despegando el útero de la placenta. Una vez desprendida, esta porción no puede generar intercambio de oxígeno y nutrientes entre la mamá y el hijo, por lo cual la placenta que aún queda unida al útero no logra compensar esta actividad y comienza a correr riesgo la vida del bebé.
Este desprendimiento también se puede dar por accidente como los golpes en el vientre.
Esto sucede cuando se produce una apertura en el cuello uterino antes de llegar a término el embarazo, lo cual podría ocasionar un aborto o un parto prematuro. Es difícil poder detectar si tienes insuficiencia de cuello uterino, como también se conoce, pero un diagnóstico a tiempo permite llevar a cabo los tratamientos pertinentes, para que el proceso de esta linda etapa continúe normalmente. Por eso, si se presenta dolor de espalda baja, cambios en el flujo vaginal, sangrado leve o una sensación de presión en la pelvis, es necesario visitar a la ginecóloga.
A medida que el útero crece, la placenta se desplaza con él, entonces cuando el embarazo va avanzando lo común es que esta se desplace hacia la parte superior para que el cuello uterino esté libre para el parto. Si este proceso no ocurre, la placenta quedará cubriéndolo (puede que parcialmente o totalmente) y esto se conoce como Placenta previa.
Leucorrea. ¿Has escuchado sobre ella? Así se le llama a los flujos vaginales normales. Estos ayudan a que la vagina esté limpia y pueden ocurrir en cualquier etapa de la vida de una mujer. Generalmente, suelen ser abundantes antes de la menstruación o dos semanas tras concebir.
Es muy normal tener secreciones durante el embarazo y entre más avanzado esté, más abundantes pueden ser. Una de las razones por las cuales se genera es porque el cuerpo segrega más líquido para prevenir infecciones cuando las paredes de la vagina y el cuello uterino se ablandan. También suceden estos flujos, porque en las últimas fases del embarazo la cabeza del bebé comienza a hacer presión en el cuello uterino.
Existen diferentes tipos de flujo vaginal durante el embarazo. Te contaremos cuáles son y de qué tratan:
El tapón mucoso que se forma aproximadamente durante la séptima semana, tiene la finalidad de cerrar la abertura del cuello uterino y prevenir las infecciones que se pueden generar en el embarazo. Este tapón se conoce como Flujo Hemático y se expulsa como señal de que se acerca el nacimiento.
Desde principios del embarazo tu doctor guía te explicará lo que debes hacer una vez presentes este flujo mucoso, el cual generalmente es de consistencia pegajosa y puede presentar algo de sangre.
Ya que en este periodo se producen tantos cambios hormonales, es normal que se afecte el pH de la vagina. Así pues, la zona íntima queda más propensa a sufrir infecciones como la candidiasis. Estas no solo provocan secreciones, sino que además provocan piquiña, enrojecimiento y molestias en la vagina, por lo cual es fundamental contarle a la ginecóloga para que recomiende una crema especial.
Este tipo es muy común en esta etapa. Se presenta porque aumenta la sangre que se dirige al cuello uterino, lo que lleva a que aumente su secreción y por tanto, se incremente el flujo vaginal que puede tener una apariencia blanca o transparente, una textura mucosa y un poco de olor. Si este olor es fuerte y tiene un color inusual, ¡primordial visitar al médico!
En este caso hay que tener supremo cuidado. Este líquido es de vital importancia para el feto, ya que ayuda a su saludable y correcta formación. Esta sustancia es de color claro o un poco amarillento, no tiene olor y si hay fuga puede ser peligroso, por lo cual es correcto ir al hospital para recibir atención.
El embarazo es una etapa preciosa para disfrutar, solo debes tener las precauciones necesarias, ir a tus consultas prenatales, seguir la indicaciones de tu ginecólogo y conocer de primera mano información importante que te puede guiar. ¡Esperamos que este artículo te sea muy útil!
Déjanos tus comentarios