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23 de Agosto
Seguramente en el colegio, en la universidad o en cualquier otro espacio habrás recibido charlas sobre la importancia de cuidar el agua y cómo hacerlo, y es que es un tema del que se habla mucho pero que en realidad no se pone tanto en práctica, porque este preciado recurso escasea cada vez más, así que Nosotras, para aportar nuestro granito de arena, o nuestra gota de agua, hablaremos hoy de las acciones que desde nuestra cotidianidad podemos hacer y aportarán al cuidado del agua.
Es necesario cuidar el agua potable porque esta es esencial para la vida (literalmente sin ella no podríamos vivir), ya que ayuda a transportar el oxígeno a las células de nuestro cuerpo, mantiene huesos y músculos en buen estado, actúa calentando o enfriando el cuerpo según lo que necesite y en general, regula cada órgano y función en nuestro organismo. Es tanto así, que un ser humano puede vivir un poco más de tiempo sin alimentarse que sin tomar agua.
Actualmente, más de mil millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a fuentes de agua potable, y por esta razón, alrededor de 25 mil personas mueren al día. Son cifras bastante fuertes, pero que nos indican que cuidar el agua es una necesidad urgente.
Todo esto, sin mencionar lo importante que es también para conservar la vida animal y vegetal, pues muchos animales y plantas son víctimas de las sequías que atraviesa la Tierra, que aunque está compuesta en un 70% de agua, solo el 3% es potable.
El agua es un recurso renovable pero no infinito, y debido a acciones como su uso excesivo e innecesario, y a la contaminación de sus fuentes, es que este recurso escasea, trayendo como consecuencia enfermedades, hambre, desaparición de especies vegetales y animales e incluso conflictos, y aunque hay acciones que tal vez se nos salen de la manos, hay muchas otras que sí podemos realizar en nuestro día a día.
Más que los problemas, nos gustan las soluciones, y aunque es muy importante entender el contexto y saber lo que está pasando con hechos y cifras, aquí viene nuestra parte favorita, las acciones para cuidar el agua que podemos llevar a cabo en nuestra rutina diaria:
Procura no tardar mucho tiempo en la ducha. Un baño de 5 minutos puede consumir alrededor de 50 litros de agua, mientras llenar una bañera puede consumir hasta 200 litros. Déjala solo para ocasiones especiales. Acuérdate de cerrar el agua mientras te enjabonas, mientras te aplicas productos en el pelo o mientras te depilas.
Procura lavarte los dientes usando un vaso, o si no puedes, cierra la llave mientras te estés cepillando y ábrela sólo para enjuagar.
Al igual que cuando te estés cepillando los dientes, cierra también la llave cuando te estés afeitando, enjabonando o cualquier otra acción que no necesite de agua el momento.
Pon sistemas de control de agua tanto en el inodoro como en el lavaplatos, son muy fáciles de instalar y los puedes encontrar en cualquier ferretería o tienda de hogar, te ayudarán a ahorrar muchos litros al día.
No uses la lavadora todos los días ni con cargas pequeñas, úsala mejor solo uno o dos días de la semana cuando puedas lavar cargas completas, así no habrá tanto desperdicio.
La lavadora es un electrodoméstico con un consumo de agua muy alto, así que toda el agua que bota después de centrifugar la puedes recoger en un balde y usarla luego para lavar baños, trapeadoras e incluso vaciar el sanitario.
Si eres de las que espera que el agua de la ducha salga caliente para poder bañarte, puedes poner un recipiente para recoger el agua que cae fría y usarla luego para lavar platos o regar tus plantas.
No arrojes toallas, tampones, pañales ni pañitos húmedos por el sanitario, deposítalos siempre en una papelera.
Tampoco arrojes por el lavaplatos el aceite usado de la cocina, mejor envásalo nuevamente y averigua qué empresas de tu ciudad lo recolectan.
Cuando laves platos, enjabónalos todos y luego los enjuagas, no laves uno por uno.
Para lavar los platos, utiliza jabones amigables con el medio ambiente y en baja cantidad, para que enjuagarlos sea más fácil y requieran menos agua.
Para lavar ropa, escoge también jabones, suavizantes y otros productos que sean amigables con el medio ambiente.
Cuando compres electrodomésticos, fíjate muy bien en su consumo de agua y energía, y opta por los que tienen uno más bajo.
Evita usar plásticos de un solo uso, ya que muchas veces estos llegan a fuentes de agua dulce y las contaminan. Un ejemplo para esto, es no comprar botellas de agua sino tener tu propia botella y rellenarla cada que lo necesites.
Si tienes un vehículo, lávalo poniendo el agua en un recipiente y no con manguera.
Mantente alerta con todos los espacios que frecuentas, como tu casa y tu oficina para ver si hay fugas o goteos, pues entre más pronto se reparen, menos agua se desperdiciará.
Comparte estos consejos con todas las personas que puedas, así seremos muchas más las que estemos cuidando el medio ambiente.
Aunque a veces creamos que las acciones individuales no tienen un gran impacto, si lo tienen, y más si somos miles y millones de personas replicando estas acciones alrededor del mundo.
Juntos, podemos lograr el acceso universal y equitativo al agua potable de toda la población, mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación de sus fuentes, sumar al uso eficiente de los recursos hídricos, reducir la escasez y proteger los ecosistemas y especies que se ven afectados con la contaminación del agua.
La semana del agua puede ser una muy buena excusa para empezar a darle loving al planeta, pero es importante que este loving permanezca por siempre, pues cuidar el planeta es una manera de cuidarnos también a nosotros mismos. ¿Existen otras acciones para cuidar el agua y el planeta que tú apliques y no las hayamos mencionado? ¡Cuéntanos cuáles en los comentarios! Entre todos aprendemos y ayudamos a cuidar nuestra casa.
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