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Hace unos años atrás mi vida era totalmente diferente, me sentía atrapada con unas trenzas (extensiones) las cuales no eran parte de mí. Y todo porque tenía que aguantar las críticas de mi pelo afro, me decían: - “tu pelo es muy corto”, “qué pelo tan duro”, “para ser negra, tienes el pelo muy maltratado”. ¡Era un constante bullying por mi cabello!

Gracias a esos comentarios me ponía extensiones en mi cabello, para ocultar lo que verdaderamente soy. Por un tiempo me sentía bien, porque no tenía que aguantar las críticas y por eso seguía con mis trenzas, siempre ocultando mis raíces y todo lo que soy.

Hasta que en 2020 decidí quitarme las trenzas y me sentí empoderada, divina y única. Pero volvieron las críticas y me tocó volver a ponerme las trenzas y así pasé mis cumpleaños 16, con las trenzas. En el 2021, decidí quitarme nuevamente las trenzas con la mentalidad y una promesa a Dios de que nunca más me iba a poner las trenzas en mi cabello, que si él me creó así, tengo que aceptarlo y amarlo.

Al principio fue difícil, no les miento, pero al transcurrir los meses todo fue cambiando, me fui amando, aceptando tal y como soy, amando mi pelo afro, mi pelo al que muchos decían que es pelo malo, pelo duro... Hoy en día, me siento tan orgullosa de lo que soy, llevar mi cabello afro representa un poder tan hermoso que nunca antes había sentido, porque son mis raíces, soy yo. Me siento radiante, poderosa y fuerte para luchar contra cualquier tipo de bullying y ayudar a las personas que sufren de él.

Yo quiero animar a aquellas chicas que tienen que usar extensiones; como yo lo hacía, o que tienen que alisar su cabello afro para estar “bien con la sociedad”, para cumplir unos estereotipos que ni siquiera nos definen como mujer. Les pido, por favor, que empiecen a amarse tal y como Dios las creo, que se sientan orgullosas de lo que son y pueden llegar a ser. No debes tener miedo por ser tú, lo más importante es el amor hacia ti.

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