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Les voy a contar algo increíble, que denota mucha sabiduría y claramente muchas derrotas y fracasos, pero muchas veces victorias, felicidades y mucho, pero mucho, amor, les hablo de la vida, una mezcla de todo, vamos a caernos y levantarnos, pero de esas derrotas queda la experiencia que se convierte en sabiduría.

Como dice un libro que seguramente todos y todas nos hemos leído alguna vez:

  • Principito: si hubiera tenido la madurez de hoy, no hubiera fallado tanto.

  • Zorro: si no hubieras fallado tanto, no tendrías la madurez de hoy.

Esta frase del principito me ayudó mucho cuando pensé que los golpes de la vida no traerían nada bueno, pero lo que trajeron a mi vida, fue precisamente eso, el poder de madurar y de decidir con sabiduría, porque estaba segura que no repetiría el mismo error y aunque lo repitiera no sería lo mismo.

Si nos ponemos a pensar, es como si alguien se hubiese encargado de enseñarnos a sobrevivir, en lugar de entrenarnos para SABER VIVIR, y pues sí, así es la vida, nos van a romper el corazón una y mil veces, vamos a aprender a qué personas queremos en nuestras vidas y a quiénes no, identificaremos una amistad verdadera y sincera y otras que solo están de paso en nuestras vidas para dejarnos enseñanzas y aprendizajes.

Yo tengo la teoría que cuando alguien nos hace tanto daño a nuestros sentimientos (y digo nuestros porque yo me volví así) nos volvemos como una macadamia, y sí, suena rara la comparación pero les explicaré: una macadamia es muy dura para abrirla, la verdad es que no es tan fácil como lo hacen ver en los tutoriales de Youtube, no cualquiera puede abrir una macadamia, créanme yo lo intenté con unas pinzas y un martillo y me machuqué más una vez, sigo con el dolor en mi pulgar, cuando pude abrirla, encontré una macadamia deliciosa, y eso precisamente se me vino a la mente, porque nosotras nos volvemos duras, no abrimos nuestro corazón a cualquier persona por miedo a que nos vuelvan hacer daño, incautamos nuestros sentimientos y no permitimos que nadie entre en ellos, pero ero cuando alguien especial nos quita esa capa tan dura se encontrará con una deliciosa macadamia.

Le tenemos miedo a expresarnos, amar de corazón o a repetir el mismo error, yo aprendí a quitarme yo sola la capa de dura, amando de nuevo y no necesariamente a una pareja, sino a mí misma, a mis amigos, a mi familia, ellos ven lo hermoso de mis sentimientos.

Sé que el proceso es duro y demostrar de nuevo nuestros puros sentimientos no es para nada fácil, pero les daré unos tips que tal vez les funcionen como a mí: mírense al espejo y repiten siempre yo soy hermoso o hermosa, me acepto tal cual soy. me perdono y perdono por no creerme suficiente y perdono a quien me hizo daño, si con eso no es suficiente escríbelo, escribe todo sana a través del perdón.

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