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4 de Septiembre
¿Los hombres menstrúan? ¿Qué es una persona no binaria? ¿No todas las mujeres menstrúan? ¿Existen otros géneros más allá de los hombres y las mujeres? ¡Muchas preguntas! ¡Te vamos a explicar todo!
En el mundo hay un espacio para todas las personas y es nuestra responsabilidad hacer que todos nos sintamos cómodos viviendo en nuestros cuerpos, y en el mundo que debemos compartir.
Empecemos entonces por los conceptos básicos: Las personas cisgénero son aquellas cuyo género se corresponde con el que se les asignó al nacer (ya sea género masculino o femenino). Por ejemplo: Una mujer es cis porque nació con vulva, la criaron ‘’como niña’’ y efectivamente se identifica como mujer.
En Occidente, es decir, en América y en Europa, hemos creído durante muchos siglos que solamente hay una manera de entender el género (si nací con vulva, soy mujer y si nací con pene, soy hombre) y dos géneros (mujer y hombre).
Pero no todas las personas se identifican en uno de esos dos géneros o se sienten cómodas viviendo cómo se supone que deberían vivir, según su género asignado al nacer. Es ahí donde surge todo el paraguas trans.
Las personas trans son las que no viven bajo este modelo binario del género. ¿Y entonces con qué género se identifican? La realidad es que a lo mejor es necesario que nos despeguemos de las etiquetas que nos clasifican entre una cosa y la otra, ¡porque hay tantas identidades de género y sexuales como personas en el mundo!
El género no es algo con lo que se nazca (esos son los genitales, que son biológicos), sino que es una construcción social, un acuerdo que creamos como sociedad para clasificar a las personas.
De hecho, solo en Occidente hablamos de dos géneros. Por ejemplo, existen sociedades en la India en las que reconocen hasta cinco géneros diferentes.
Seguramente has escuchado hablar de las personas transexuales, transgénero, no binarias o de género fluido. Estas palabras son conceptos que tratan de explicar la experiencia vital de otros seres humanos, porque no es solamente “sentirse hombre” o “sentirse mujer”, sino que hay infinitas maneras de tener una vivencia de género.
De la misma forma que hay personas que están conformes con la asignación de género que se les dio al nacer, hay muchas otras que no lo están y que a lo largo de sus vidas sienten que los roles o expectativas que la sociedad tiene sobre lo que significa "ser un hombre" o "ser una mujer" no aplica para ellxs.
Entre estas personas no conformes, hay un espectro extremadamente amplio de géneros y posibilidades, que cobija a las personas que se sienten identificadas con un género contrario al que se les asignó al nacer (hombres y mujeres transgénero, que no necesariamente deben pasar por procesos médicos de reasignación), pero también a muchísimas otras personas con experiencias muy diversas que pueden incluir: la sensación de alternar entre dos o más géneros (género fluido), la sensación de no pertenecer a ningún género (agénero), la sensación de pertenecer a un género diferente a los tradicionales binarios hombre o mujer (tercer genero), la sensación de pertenecer a dos o más géneros al mismo tiempo (bigénero, trigénero o poligénero), y entre estas muchísimas otras opciones que podrían incluso reivindicar experiencias del género presentes en otras culturas del mundo, o de la historia.
Todas estas categorías, por supuesto, no son una camisa de fuerza o norma que debas seguir para "pertenecer" a un grupo, al contrario, son más bien una herramienta para describir algunas (pero no todas) las experiencias que las personas tienen respecto a su género.
Si sientes que alguna de ellas te identifica, está bien. Pero si tienes una experiencia diferente, que sigue siendo de poca conformidad con tu sexo asignado al nacer, también es absolutamente válida e importante, y tiene lugar dentro del gran espectro de géneros no binarios o no conformes. También está bien si te consideras una persona cisgénero.
El punto de todo esto radica en entender que todos los seres humanos vivimos de maneras muy diferentes, pero eso no nos hace más o menos importantes, más o menos valiosos o más o menos merecedores de amor y de respeto.
Además, es muy importante diferenciar el género de la sexualidad, porque no son dos cosas que estén necesariamente relacionadas.
El género es una expresión de la identidad, de lo que la persona es y quiere mostrarle al mundo. Es en los temas de género donde hablamos de genitales, de pronombres y de expresiones de género (como la ropa, por ejemplo).
En cambio, la sexualidad es la expresión de lo que queremos, de las personas que nos gustan, que deseamos y que amamos a modo de pareja. Es ahí donde están todos los conceptos de heterosexual, gay, lesbiana, bisexual, asexual, demisexual y un largo etcétera, porque cada vez vamos entendiendo, como humanidad, que cada persona es un universo particular y que las etiquetas no son verdaderamente necesarias.
Tampoco es lo mismo hablar de identidad de género que de expresión de género. La identidad es la sensación de lo que eres, es lo que ya hemos hablado antes, mientras que la expresión es cómo eliges mostrarte ante el mundo, desde la ropa y el comportamiento. Estos dos conceptos no están necesariamente ligados, por ejemplo, un hombre cis género puede elegir ponerse la ropa que desee, sin que eso lo haga “querer ser una mujer”.
Entonces, ya que entendimos que hay tantas experiencias vitales, como seres humanos en el mundo, hablemos de la relación de todo esto con la menstruación.
Cualquier persona que haya nacido con genitales femeninos sanos va a tener un ciclo menstrual y, por supuesto, un sangrado cada mes. Eso hace que haya hombres trans, personas agénero, de género fluido y no binarias que menstrúan de la misma manera que lo hace cualquier mujer cis.
Puede ser porque son mujeres trans, es decir, que no nacieron con los genitales femeninos o porque son mujeres cis, pero tienen alguna enfermedad o patología que hace que su cuerpo no funcionen igual al resto.
Tenemos la responsabilidad de hablar de esto porque es nuestro deber hacer del mundo un lugar lleno de Loving para todas las personas que lo habitamos. Ya es momento de que todos los seres humanos podamos sentirnos cómodos en el cuerpo que tenemos, y tengamos el derecho de vivir en un mundo libre de violencias en nuestra contra solamente porque tenemos una expresión de género o sexual diferente a la tradicional.
Además, si todavía existen tantos tabús respecto a la menstruación de las mujeres cis, imagínate lo difícil que debe ser tener una experiencia no binaria de género y menstruar. Nosotras queremos asegurarnos de que todas las personas sepan que este es un espacio seguro y que respetamos sus identidades, incluso si todavía no la han definido.
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